Con el verano la vuelta de la esquina, coincidiendo además con el fin del estado de alarma y con lo que, parece, una relación de las medidas restrictivas, el usuario medio volverá a desplazarse, tomar vacaciones y, también, a asumir gasto.
En este contexto parece interesante elegir un método de pago lo más fiable y eficaz posible, y, la tarjeta de débito es, precisamente, una de las mejores opciones.
Por qué elegir tarjetas de débito
El motivo fundamental por el que es importante elegir las tarjetas de débito como herramienta de pago es sencillo: el control sobre el gasto.
Hay que pensar que las principales alternativas, aunque hay más, son el pago en metálico y el pago a crédito.
El pago en metálico, es probablemente, el mejor modo de control de gasto ya que visualizar el dinero genera una tensión positiva hacia su control generalmente. Sin embargo, desde un punto de vista práctico viajar con dinero en metálico no es práctico, además de asumir riesgo. Por otro lado, la pandemia ha traído consigo, también, una disminución del uso de dinero en metálico, aunque no estuviera claro que haya sido fuente de transmisión del virus.
Por su parte, el pago con tarjeta de crédito trae consigo el riesgo añadido, y nunca bien calculado, de sobrepasar nuestra capacidad de endeudamiento a partir de pagos aplazados e intereses acumulados. Gastar el dinero que no se tiene cuesta más dinero a la hora de su devolución. Y, de hecho, un mal uso de la tarjeta de crédito está en la base de muchos casos de sobreendeudamiento.
Una tarjeta de débito, por el contrario, no permite gastar más de lo que se dispone realmente. Más aún, por ejemplo, para unas vacaciones, una tarjeta de débito asociada a una cuenta bancaria en la que sólo se deposita el dinero previsto para gastar en las vacaciones, es una gran idea a la hora de gestionar el gasto de manera racional, sin costes y sin futuros intereses.
Cuáles son las tres mejores tarjetas de débito para empezar el verano
hace un ranking de las mejores tarjetas de débito para este verano es complejo ya que, como corresponde a un producto financiero, las prestaciones que para un usuario puede ser muy adecuadas, para otro tal vez no tengan importancia. Así que, nos hemos fijado en tres parámetros importantes: el coste de extraer dinero en metálico, los descuentos y bonificaciones y la amplitud de la red en la que se puede utilizar la tarjeta.
Aunque, obviamente, pueden existir otras tarjetas similares o incluso mejores, del análisis de mercado de las tarjetas de débito actuales destacamos estas tres:
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Tarjeta débito ING (VISA) |
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Mastercard débito Abanca |
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Tarjeta débito Openbank |
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