Alerta: la estafa de la “tarjeta blanca” se extiende ya a España desde Italia

Sin rodeos: hay una nueva estafa que puede vaciarte en segundos. Nació en Italia y ahora está llegando a supermercados y comercios en España. Si pagas con tarjeta, este aviso es para ti.

La mecánica es sencilla pero efectiva: los delincuentes colocan un skimmer —un pequeño lector— dentro del datáfono. Cuando pasas tu tarjeta y marcas el PIN, quien esté detrás capta todo tu número, la caducidad, el CVV e incluso el PIN. En segundos. Luego crean una tarjeta blanca (una réplica con chip), que usan como si fuese tuya real. El resultado: al día siguiente, te levantas sin unos 300 € de tu cuenta. Y tú ni te diste cuenta al pagar.

Cómo detectarla y qué hacer para evitarla

Vamos con lo práctico, sin florituras:

  1. Mantén siempre la vista fija en tu tarjeta y el datáfono. Si ves pegatinas, cables raros o que no encaja bien, para, no pagues hasta que lo revisen.
  2. Prefiere pagos contactless o con móvil; no transmiten tus datos completos.
  3. Activa alertas en tu app bancaria y revisa los movimientos cada día. Si ves algo raro, llama ya.
  4. Ten a mano el teléfono de tu banco. Si pillas una operación sospechosa, bloquea la tarjeta en el momento.

Solo es una lista, pero si la aplicas con constancia, reduces mucho el riesgo. Y no esperes a que alguien lo comparta en redes —mueve ficha tú primero.

Esto no es una moda: va en serio y crece

Los casos se han duplicado en un año en Italia, según la Policía Postal, y ya hay denuncias en España. No lo invento, la Policía Nacional ya lo ha advertido: solo hace falta acceder al datáfono. Ni es cosa de hackers complicados ni necesitas habilidades técnicas. Solo un skimmer, mucha paciencia y una buena dosis de oportunismo.

Y lo peor: con una tarjeta blanca pueden gastar en otros países o en tiendas online sin que tu banco lo detecte inmediatamente. Muchas víctimas solo se enteran cuando revisan el extracto.

Este momento no es para alarmarse pero, si ajustas tus hábitos (vigilar, apps, contacto rápido con el banco), estarás más protegido que la mayoría. La seguridad no es solo cuestión de tecnología: también de conciencia. En este caso, tu atención puede salvarte de un buen disgusto.