Ha caducado mi tarjeta ¿qué tengo qué hacer?

Aunque realmente la fecha de caducidad de una tarjeta de crédito puede corresponderse a cualquier mes del año, no es infrecuente que el mes de enero, primero de cada año, tenga más tasa de caducidad y que muchas tarjetas se emiten con este tipo de vigencia.

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Si nunca se ha tenido una tarjeta caducada, puede que surjan dudas sobre qué hacer y cómo comportarse, realmente no es complejo, pero lo explicaremos.

Cuando se trata de una tarjeta asociada a tus cuentas bancarias

Cuando se trata de una tarjeta asociada a tus cuentas bancarias realmente no debes hacer nada. En primer lugar, debes saber que las tarjetas tienen un periodo de vencimiento que contempla todo el mes. 

Por tanto, si tú vencimientos en el mes de enero, la tarjeta no dejará de funcionar hasta febrero, aunque, es probable, que, si la utilizas para pagar servicios de suscripción, te vaya avisando de que la caducidad está cercana.

Cuando alcance la fecha de caducidad, es decir cuando acabe el mes, la tarjeta dejará de funcionar. Sin embargo, a esas alturas de tendría que haber llevado tu nueva tarjeta. Habitualmente, cuando se trata de productos contratados de manera vinculada a una cuenta bancaria, no tendrás que hacer nada ya que será la propia entidad quien te envíe a tu domicilio la nueva tarjeta.

En caso de que a falta de una semana no hayas recibido la nueva tarjeta, deberías ponerte en contacto con el banco para informar de la situación. Probablemente, si no se ha solicitado, la solicitarán automáticamente y en el peor de los casos deberías acudir a una sucursal de la entidad a retirarla.

Cuando se trata de una tarjeta de contratación independiente

Hoy en día existen muchas tarjetas que se asocian exclusivamente con contratación individual, por ejemplo, tarjetas de crédito para pago aplazado, tarjetas de uso exclusivo para beneficios, etc. Generalmente estas tarjetas no van a tener renovación automática.

Esto significa que si no se pacta su renovación está no se producirá. De hecho, en algunos casos, esto tiene que ver con la aplicación de costes por renovación.

Hay que tener en cuenta que cuando se trata de tarjetas de crédito, si la caducidad se produce cuando aún se tiene una deuda con la entidad, la deuda no prescribirá, aunque la tarjeta no se podrá seguir utilizando.

Generalmente será la propia entidad la que se ponga en contacto con el usuario para informar de la fecha de caducidad y ofrecer la posibilidad de renovación con las condiciones que pueda añadir. Suele ser un momento interesante ya que en las renovaciones pueden ofrecer mejoras en las condiciones o algún tipo de bonificación.

Conviene tener en cuenta en ambos casos que la caducidad de una tarjeta de crédito o débito impedirá su uso de manera correcta por lo que es importante tener en cuenta esta situación para no encontrarse en el desagradable estado de no poder utilizarla sin saber el motivo.

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