Pago con tarjeta sigue subiendo: representan ya el 66,5 % de los pagos digitales en España, mientras el efectivo persiste entre los mayores

Por qué cada vez usamos más la tarjeta

En los últimos años hemos visto un cambio claro en la forma en la que pagamos. La tarjeta se ha convertido en la protagonista de las compras en España. En 2024, el 66,5 % de los pagos digitales se hicieron con tarjeta, dejando al efectivo en un segundo plano. Y no solo hablamos de compras pequeñas, también de operaciones de mayor importe. En pagos superiores a 50 euros, la tarjeta se lleva casi la mitad de las operaciones, mientras que el efectivo representa un 39 % y el pago con móvil ronda ya el 10 %, duplicando su uso respecto al año anterior.

Este crecimiento no es casualidad. La digitalización de los comercios, la mejora de la seguridad en las transacciones y la comodidad de no llevar efectivo han impulsado este cambio de hábitos. Además, los pagos móviles y las transferencias instantáneas entre particulares han ampliado las opciones, pero la tarjeta sigue siendo la preferida por su rapidez y aceptación casi universal.

El auge del comercio electrónico también tiene mucho que ver. Comprar online es cada vez más sencillo y seguro, y la tarjeta sigue siendo el medio más utilizado para cerrar esas operaciones. A eso se suma que los bancos están impulsando nuevos servicios para que el pago con tarjeta sea todavía más atractivo.

Cómo está cambiando la experiencia de pago

La banca española está apostando fuerte por innovaciones que pueden transformar nuestra manera de pagar. Una de las más llamativas es Plazo Cero, un sistema que permitirá aplazar compras con tarjeta de crédito sin intereses ni comisiones, directamente desde el terminal de pago. Será tan sencillo como elegir la opción en el momento de la compra, sin registros ni trámites adicionales. La previsión es que aumente el importe medio de las compras hasta un 85 % y que las ventas crezcan un 30 % para los comercios. No es algo pensado para compras del día a día, sino para importes más altos donde el cliente quiere más flexibilidad.

Otro avance interesante es Tap to Pay en iPhone, que permite a cualquier negocio o autónomo convertir su móvil en un datáfono sin necesidad de dispositivos adicionales. Solo hay que descargar una aplicación compatible y el teléfono se convierte en un punto de cobro seguro y privado. Esto abre nuevas posibilidades para pequeños negocios, profesionales independientes e incluso para eventos o ferias donde antes era más complicado aceptar pagos con tarjeta.

El efectivo, aunque pierde terreno, no desaparece del todo. Todavía es la opción más habitual en ciertas situaciones, como en compras de bajo importe o entre personas mayores, que mantienen la costumbre de pagar en metálico. Sin embargo, todo apunta a que la tendencia seguirá inclinándose hacia lo digital.

  • El pago con tarjeta representa ya el 66,5 % de los pagos digitales en España
  • Plazo Cero permitirá aplazar compras sin intereses desde el terminal
  • Tap to Pay en iPhone convierte el móvil en datáfono
  • El efectivo resiste en compras pequeñas y entre los más mayores

La clave de este cambio no es solo la tecnología, sino también la confianza. Cada vez estamos más acostumbrados a pagar sin billetes ni monedas, y esa sensación de seguridad se ha ido construyendo con mejoras en la protección de datos, sistemas de autenticación y políticas claras frente a fraudes.

A partir de 2025 y con vistas a 2026, se espera que tanto el aplazamiento sin coste como el uso de móviles como datáfono se extiendan de forma notable. La tarjeta, lejos de perder relevancia, se está adaptando a nuevas formas de uso que la consolidan como el medio de pago principal en España. El reto para el efectivo será encontrar su espacio en un escenario donde la comodidad, la rapidez y la flexibilidad pesan cada vez más en la decisión de cómo pagamos.