¿Qué son las tarjetas EMV?

La la búsqueda de sistemas de seguridad para las tarjetas de crédito y débito es una constante en las últimas décadas. El sistema EMV es una parte más de la evolución de la seguridad en las tarjetas, en este caso, basada en la incorporación del chip a la tarjeta, algo ya común y extendido en la actualidad.

SISTEMA EMV TARJETA

El avance tecnológico nos sorprende a diario. Y las empresas continuamente están en busca de la optimización de sus servicios. El sistema EMV (Europay MasterCard VISA), que lleva el nombre de las tres compañías que han desarrollado el proyecto, consiste en una tarjeta con chip (IC) que autentica pagos mediante tarjeta de crédito y y tarjeta de debito.

Medidas básicas para evitar el fraude en tarjetas de crédito

Qué es el sistema EMV en las tarjetas

Es decir que las ventajas que desarrolla esta tarjeta es la búsqueda de mayor seguridad en las transacciones entre tarjetas y terminales, ya que la tarjeta EMV valida las operaciones gracias a la información almacenada en su chip.

Cabe aclarar que EMV es un nuevo estandar de medios de pago (tanto crédito como débito) definido por Mastercard y Visa que se caracteriza principalmente por estar basado en la tecnología chip.  A diferencia de la banda magnética, este chip es un elemento activo de seguridad, ya que es la propia tarjeta la encargada de evitar su manipulación garantizando su autenticidad.

 Por lo tanto se reducen las acciones de fraude, que con tarjetas de crédito de barra magnética (aunque es un poco más lento por la cantidad de cálculos criptográficos) se producen a diario y además se puede tener un mayor control en la aprobación de los pagos sin conexión.

Cómo funciona el sistema EMV

 De esta manera, cuando introducimos la tarjeta con chip en la terminal, se autentica y permite a los terminales compatibles con el estándar EMV comprobar la validez de la tarjeta. Además, este tipo de tecnología EMV brinda la posibilidad de comprobar que el usuario sea realmente el titular de la misma la tarjeta que esta utilizando.

 Y por si no fuera suficiente, evalúa el riesgo a partir de parámetros que el emisor ha introducido en el chip, así como los de la compañía emisora de tarjetas que el distribuidor o el proveedor del terminal han introducido en nombre de esta entidad.  De esta forma, esta tecnología aporta mayor seguridad a las transacciones porque tramita la compra por medio del chip, el cual no puede ser clonado, tan como sucede con la banda magnética, y exige al titular teclear su clave. Evidentemente aumentar los niveles de seguridad de nuestras tarjetas resulta un elemento básico para un mejor control de las finanzas personales.

Los cuatro fraudes más comunes con tarjetas de crédito

Esta nueva tendencia mundial ya nos ha llevado a la utilización en masa del sistema EMV, aunque los plásticos con bandas magnéticas seguirán utilizándose. Además, cabe destacar que estas tarjetas incorporan el chip pero no dejan de tener banda magnética por lo que son aceptadas en todos los comercios y cajeros a nivel mundial.

Tal es asi que el Eurosistema tomó la decisión que todas las tarjetas emitidas desde 2012 tendrán que contar con este sistema de seguridad EMV o chip, con lo cual todos los plásticos pasaran a tarjetas sólo chip, dejando atrás por siempre la banda magnitica.

Asimismo, cabe destacar que este chip es obligatorio en toda Europa a partir de 2011.

TARJETAS DE CREDITO CON CHIP

Banda magnética o chip en las tarjetas

Como el tiempo se está encargando de demostrar no estamos ante un sistema sustitutivo, de hecho, el grueso de estas tarjetas inteligentes viene combinándose con el uso de la banda magnética.

Merece la pena que repasemos un poco la evolución de las tarjetas desde la implementación de la banda magnética hasta este nuevo paso dado hace unos pocos años.

En primer lugar debemos tener en cuenta que la banda magnética es una tecnología incorporada a las tarjetas de crédito desde prácticamente cuatro décadas atrás. Partiendo de un funcionamiento rudimentario en el que estas bandas magnéticas almacenaban datos en una tira de plástico y sentada en la tarjeta con un revestimiento de óxido de hierro (que generaba los datos en la lectura) aunque ha evolucionado en cuanto a materiales y aplicación tecnológica, no ha evolucionado excesivamente como concepto.

Este hecho hace que, lógicamente, casi cuatro décadas de tecnología similar haya generado por parte de los usos fraudulentos, una auténtica colección de opciones para clonar tarjetas, robar datos de la tarjetas o simplemente hacer uso fraudulento de una tarjeta.

En la búsqueda alternativa de soluciones en combinación a la banda magnética aparece el sistema EMV .

Las ventajas del sistema EMV (o chip) en las tarjetas

Evidentemente sobre el papel la principal ventaja de este sistema descansa en el hecho de aumentar la seguridad.

A diferencia de la banda magnética que almacena datos en la propia tarjeta, el uso de un chip incorporado fue ganando peso en los últimos años del pasado siglo cuando se hizo patente que esta tecnología garantizaba mayores niveles de seguridad.

El almacenamiento de la información en los chips, y la necesidad de respuesta por parte de los dispositivos que se utilicen para generar la autorización de la tarjeta, hacía que este uso de un pequeño microprocesador incorporado a las tarjetas resultara más eficaz, y de hecho, poco a poco, en muchos países ha ido desplazando a los tradicionales sistemas lectores de tarjetas, que, si bien aún siguen existiendo son una suerte de dispositivo en desuso cara al futuro.

Replicar este tipo de tarjetas resulta mucho más complejo que la clonación de una tarjeta de uso exclusivo con banda magnética. Sólo por esto los niveles de seguridad ya resultan mucho más elevados, y, a esto debemos sumar el hecho de los diferentes modelos de funcionamiento recordando que las tarjetas no sólo tienen su propio chip inteligente sino también poseen niveles añadidos de seguridad empezando por los propios números de identificación personal que no se eliminan (otra cuestión diferente es el tema de los pagos contact less)

SEGURIDAD TARJETAS

Los incovenientes de las tarjetas con sistema EMV (o chip)

El principal problema estriba en un hecho universal: no hay una protección garantizada de manera total para nuestras tarjetas en ningún caso.

Es en la combinación de elementos de seguridad de las tarjetas, los dispositivos, y en el uso adecuado de las tarjetas por parte del usuario donde vamos a encontrar elementos para minimizar los riesgos, pero éstos seguirán existiendo.

Evidentemente desplazar el riesgo de duplicado mecánico inherente a las tarjetas de banda magnética ya es un logro, pero, esta tecnología a un tiene vulnerabilidades como por ejemplo los ataques de malware destinados a la obtención de datos que no son mitigados por el uso de estas tarjetas ya que debemos recordar que no todas las transacciones que podemos realizar requiere la presencia física de la tarjeta, es decir, simplemente utilizando software malicioso para la captación de datos (algo a lo que nuestras tarjetas son vulnerables) o utilizando dicho software para la obtención de datos personales como el número privado de acceso a la tarjeta, el delincuente puede llegar a utilizar de manera fraudulenta nuestras tarjetas.

Resulta muy importante tener en cuenta esto ya que, si efectivamente estas tarjetas con chip son muy eficaces en el uso presencial, hoy en día una gran mayoría de fraudes con tarjetas se cometen precisamente en operaciones o en acciones en las que la tarjeta no está presente y se utiliza tan sólo los datos.

TARJETAS EMV

El futuro de las tarjetas EMV y tarjetas con chip

Si algo hemos aprendido en los últimos 20 años sobre las vulnerabilidades de las tarjetas es el hecho de la necesidad de evolucionar de manera constante en los sistemas de protección.

Mantener una tecnología mucho tiempo sin evolucionar significa exponer cada vez de manera exponencial los riesgos de encontrar vulnerabilidades. En el futuro los modelos de pago, que parece que evolucionan cada vez más al uso no físico de las tarjetas, irán acompañados de sistemas de seguridad y barrera entre las tarjetas (los chips) y los dispositivos de cobro, buscando cada vez más la eficacia de ambas cuestiones.

Por otro lado hemos ido contemplando a lo largo del tiempo también la evolución en el uso de las tarjetas es el punto de vista práctico, con experiencias de todo tipo incluyendo por ejemplo las que buscan aumentar la presencia del usuario las transacciones a través, por ejemplo, de iniciar sesión en las cuentas bancarias asociadas a la tarjeta, como un elemento de protección añadidos, algo en práctica ya en algunos países del mundo de manera rápida y sencilla, y sobre todo añadiendo aún más niveles de garantía y seguridad.